Las de Barranco, adaptaciones de A. A. Moranzoni

“Las de Barranco” de Gregorio de Laferrére – Adaptación de Andrés Adolfo Moranzoni para “Del Crisol”

(sola en su habitación. Sentada, pensativa mirando por su ventana a la nada )
Suben las luces

Carmen De Barranco
¡Basta! ¡Basta! (turbada) Eso es lo que siento a flor de piel y tengo en la punta de la lengua (imita a Doña María) ¡Carmen, Carmen! (extiende el llamado) ¡Carmen! Y yo digo ¨se conoce que debe haber llegado Castro¨ ¡Ese tipo petulante al que hay que sostenerle la vela para que no nos deje de patitas en la calle! (se burla de su madre) ¡Carmen, Carmen! (irónica) ¿Quién será? ¿Será Rocamora? ¿Me traerá alguna blusa de saldo? Estúpido galán de feria (imita a Doña María) ¡Pero si es tan generoso! (furiosa) ¡Ese hombre insensible! Me da asco (queriendo superarse) Mejor olvidarlo.
(breve silencio, realiza juego de manos) Pepa y Manuela... ¿Cuándo maduraran? Ellas se burlan de mí diciéndome que soy una romántica, idealista... Y sí lo soy. Pero me critican... yo sé que no lo entienden (se toma una pausa y regresa con la furia anterior) ¡Barroso!¡Morales! (separa las aguas) Bueno, Morales no (regresa a la furia)¡O sí! (se calma) O no, es un buen hombre. Realmente es un buen hombre. Pero quisiera que mi amigo sólo sea...
¿Linares? Linares... Eduardo Linares. Parece ser un hombre culto, sensible y... (va a decir algo más, pero se detiene) Es cuestión de darle tiempo al tiempo... (reconociendo y pudorosa) Diría que me resulta atractivo. Pero es cuestión de darle tiempo al tiempo ¡Yo sé que el tiempo dirá! (se toma una pausa. Ahora agotada)
El presente me ahoga. Necesito escapar. Pero no es tan fácil (quizás esperanzada) Confío en el futuro. El consuelo de los que todavía no tienen en cuenta arrojarse al río (a media voz), el futuro.

Apagón



“Las de Barranco” de Gregorio de Laferrére – Adaptación de Andrés Alfredo Moranzoni para “Del Crisol”

(solo en su habitación. Reflexiona, protesta y se resuelve mientras se viste frente al espejo )
Suben las luces
Castro
¡No se puede creer! (enojado) Si ya lo digo yo ¡no se puede creer! (tomando conciencia) En cuatro años trabajando con las cobranzas he desempeñado una tarea ejemplar... (con saña) Pero esta gente ¡Las de Barranco! (desesperado) Me están arruinando mi reputación. No saben del esfuerzo que me supuso llegar hasta aquí. Y en tres o cuatro pagos atrasados me están ya señalando (en reproche a sí ) ¡Esto me pasa por ser comprensivo! No debería escuchar sus promesas de pago.
(con actitud comercial) Este trabajo no funciona de éste modo. Tengo que ser implacable, duro. No puedo apiadarme de una señora viuda con tres hijas holgazanas (quebrando su actitud) Bueno, Carmen no es así... (molesto) ¡O sí es así.! No sé que pensar de Carmen. Me trata distinto a veces. O me están engañando y yo no me doy cuenta.
Ésta gente me está llevando barranca abajo. Desde que soy ayuda para ellos me encuentro barranca abajo... (reflexivo) ¿No tendrá algo que ver ese nombre? De Barranco... No quiero ser supersticioso (asustado), pero algo raro sucede. Creo que será mejor tomar distancia. Ojalá manden a otro a cobrar a esa casa. No quiero que algo malo me suceda.
Es esa vieja, ya me estoy cayendo en la cuenta (furioso nuevamente) Es la vieja esa. Pero no puedo negarme a los pedidos de Carmen de Barranco. Esa mujer tiene algo que yo no puedo ....
Apagón



“Las de Barranco” de Gregorio de Laferrére – Adaptación de Andrés Alberto Moranzoni para “Del Crisol”

(solo en su habitación, escribe algo, reflexiona)
Suben las luces

Eduardo Linares
Voy en el camino correcto. Estoy tranquilo (pensativo) Estoy preparado como para que no me fumen en pipa tan fácilmente. He estudiado (breve pausa) Tengo un trabajo en la Cámara, lo que es mucho (imaginando su futuro) Más adelante viajaré al extranjero, quizás. O conozca en profundidad el interior del país. Me han contado acerca del sur, en la patagonia, un terrateniente amigo de mi padre, pero ¿quién sabe? Dicen que su belleza es incomparable pero que se necesita más que valor para encarar una aventura por esos pagos. Y yo no soy hombre de andar empuñando armas (pausa. Acaba de dar a conocer uno de sus principios) Esta ciudad es un pañuelo, ya la voy conociendo... Y en cuanto mejore mis ingresos, es probable que me mude a otra pensión. Esta no es de lo mejor (molestándose) Esa mujer Doña María me tiene a mal traer, hay algo en ella que no me gusta demasiado. Y no se trata de una cuestión de piel. Ya veremos (breve pausa) Me causa gracia ese hombre, (ríe) Morales ¡Siempre llega tarde a sus clases! Algún día lo echarán por impuntual (cambia de tema velozmente) Y las chicas. Me divierten Manuela y Pepa. Parecen dos niñas que no están dispuestas a madurar (riendo) Es un mal de la época (cambia) Y Carmen... (sentimental) diré que me resulta una muchacha interesante, pero parece no tener buen humor (intrigado) Alguna razón poderosa debe tener para estar tan seria siendo joven aun... una flor en su mejor esplendor...
Apagón


“Las de Barranco” de Gregorio de Laferrére – Adaptación de Andrés Anael Moranzoni para “Del Crisol”

(sola en su habitación. Se peina, se arregla la ropa mirando por su ventana )
Suben las luces

Manuela De Barranco
No me importa tantas boberías de todos (molesta) Esta casa es un circo (cambiando) Pero no me molesto (indiscreta) ¿Vieron a ese Morales? ¡Qué tipo raro es ese! Es un borrego cochino ¡Tiene una oreja de no sé qué, metida en un frasco dentro de su baúl! (se muestra divertida) Puf! ¡Qué asco! ¡Qué tipo asqueroso! Pero no es el único sacado de la galera de un mago de feria. La casa es un desfile de personajes de la peor calaña. En cuanto al señor Linares, ese es un aburrido. De sólo verlo me da ganas de abofetearlo ¿A quién se le ocurre pasarse las mañanas y las tardes escribiendo? (indiscreta) Parece que escribe cuentos (ocurrente) Es lógico que sólo pueda ser un cuentero. ¡Pasarse la vida frente a las hojas! Eduardo Linares... ¡Flor de amargado! (cambiante) Ah! Y Pepa es una estúpida y torpe. Ja! Y yo soy mejor que ella, además tengo a alguien que se me esta poniendo a tiro. Ese es el rubio flaco, el amigo del morocho. Cuando venga Petrona nos vamos para el balcón. No es gran cosa, pero me resulta muy divertido. Y suerte que tengo a Petrona que me acompaña, por que si fuera por Pepa... (se burla de Pepa) Con la desesperación que tiene se espantan todos (se divierte) Incluso los que pasan por la vereda de enfrente. (pausa) Aunque Petrona tiene novio, si se enteran en la calle no la miraría nadie. O si el novio supiera... ¡se armaría la de San Quintín! (seria) Además el bruto del novio le pega a veces. Es un bruto y ella una tonta. Yo le colgaría la galleta... ¡Pero yo soy yo, no Petrona y (divertida) menos la tontona de Pepa!
Apagón



“Las de Barranco” de Gregorio de Laferrére – Adaptación de Andrés Adrián Moranzoni para “Del Crisol”

(sola en su habitación. Sentada, pensativa mirando por su ventana a la nada )
Suben las luces


Doña María De Barranco
Yo no sé que pueden decir de mí por ahí, toda esa chusma ventajera que busca sacar beneficios para sí mismos. Resulta que las habladurías son moneda popular, y sin embargo son mucho, mucho más fáciles obtenerlas que las de verdadero cobre (visiblemente molesta)¡Se creen que es fácil mantener a toda una familia estando sola! (breve pausa) El único pilar de mi familia, soy yo. De mi marido, ya saben... (impostando voz tal anuncio de crónica) El respetable capitán del ejercito nos dejó una miserable pensión que no alcanza para nada (reflexiva) Bueno, no fue su intención, pero no alcanza para nada de todos modos. El gobierno está involucrado en asuntos muchos más relevantes como para considerar un aumento en la pensión de una viuda con tres hijas (con altanería) Si el capitán Barranco estuviera aquí, no dejaría que el respeto de su familia sea pisoteado burocráticamente (pausa. Piensa, cae en la cuenta) Bueno... claro... si él estuviera aquí, yo no estaría cobrando esa miserable pensión y no tendría que estar preocupándome por estos temas, que no corresponden al abanico de actividades y preocupaciones de una dama de mi naturaleza (se toma otra pausa, más breve. Se acomoda en la sala) A la hora de mirar la paja en el ojo ajeno, ¡ah! Todos están ahí. Pero yo no (al pronunciar lo siguiente, se señala a si misma a la altura del pecho) Yo no. Yo no (irónicamente)Yo no, yo no (con autoridad) Yo saco adelante a mi familia (burlándose de alguien) ¨ La dignidad no se negocia¨. Bah! Los ideales y las buenas costumbre están ahí, muy bien para los tiempos en los cuales llueve sopa y se tiene una olla y cuchara para juntarla. Pero si llueve y sólo se tiene un tenedor... ¿Qué quieren? ¿Qué pretenden? (visiblemente molesta, luego se calma y esperanzada...) Yo espero la gracia de San Antonio... pero mientras tanto le hago frente a la malaria (comprensiva)¡También, pobre San Antonio! (furiosa) ¡Con todas las pavadas que le piden tanta gente, como mis hijas por ejemplo! Está tan ocupado que no tiene tiempo para dedicarle a la gente que realmente lo precisa (breve pausa. Justificándose) ¡Cómo yo! Oh!
Apagón



“Las de Barranco” de Gregorio de Laferrére – Adaptación de Andrés Anastasio Moranzoni para “Del Crisol”

(solo en su habitación, pensativo. Ordena su ropa, papeles y otras pertenencias)
Suben las luces

Morales
Esta casa es un circo, y lo peor es que yo vivo ahí (recatado hasta nuevo aviso) ¿Cómo llegué hay aquí? No sé. Creo que pensé que era otra cosa la cuestión. Si no fuera por Carmencita... (breve pausa) Ay mi Carmencita. Si ella comprendiera (molesto) Pero claro, con Doña María como madre; esa chica sólo puede ser una fiera. Y lo es (exaltado hasta nuevo aviso) Todos esos candidatos ventajeros que alberga su madre para ella. Y yo aquí. ¿Qué hago yo aquí? En Fin... (recatado hasta nuevo aviso) Las otras dos chicas son un desastre, esa Manuela es una tilinga y además es hipócrita. Una reverenda tilinga. ¡Todo el día en ese balcón! Un día es un fulano, otro un mengano (molesto) ¡Una reverenda tilinga! Pero, Pepa, me causa gracia. Esa Pepa, Pepa... Ya no es una dama. Es un huracán enjaulado (cómplice del público) ¡Nunca tuvo un sólo candidato! Ningún hombre le ha dicho palabra. Pobre del primero que se atreva ¡Ja! Esa muchacha no sabe qué hacer... tiene más necesidad que gaucho cuatrero (cauto) De Linares, veremos. Se dice un intelectual. Escribe mucho. Esos tipos son muy veloces con su mente. Pueden decir una cosa y su mano escribe otra.... Creo que es un hombre bastante discreto, pero no sé que pretensión puede tener en cuanto a Carmen.... Ay Carmencita... (breve pausa) Ay! Otra vez son las tres de la tarde, llego tarde a la clase ¡Será posible esta suerte! ¡Algún día no me dejarán ingresar a mi clase! Ya me marcho... Válgame Dios...

Apagón


“Las de Barranco” de Gregorio de Laferrére – Adaptación de Andrés Ariel Moranzoni para “Del Crisol”

(sola en su habitación, camina de un lado a otro, se detiene, vuelve a comenzar)
Suben las luces

Pepa De Barranco
Estoy desesperada. ¿Por qué todos los hombres que llegan a esta casa se ponen a tiro con Carmen? (molesta) ¿Es acaso ella mejor que yo? Yo creo que la mama así lo cree. Cada vez que llega algún hombre a esta casa, le ponen a Carmen delante de sus ojos. De ese modo sólo fijan su mirada en Carmen (firme) Pero yo también estoy aquí. Es culpa de la mama que siempre la manda a ella. Y Carmen no se niega aparentemente... (furiosa) Estoy molesta, muy molesta. Me pregunto ¿dónde están los verdaderos hombres? ¿Alguien lo sabe? ¡No puede ser! (pausa) Pero cuando llegue mi galán, (triunfal) se les tapará la boca a todos. Ya verán, ya verán (pausa, recobrabdo fuerzas) ¡Estúpida! Todos en ésta casa están complotados contra mí ¡Ese tonto de Morales, que tipo raro! Si me molesta otra vez lo voy a golpear con algo. Sé que anda diciendo zonceras sobre mí (elocuente) ¡Ni hablar de Linares! Bah! En realidad nada tengo que decir de ese Linares. De todas formas es un aburrido ¡Se la pasa todo el día escribiendo! ¡Ya se parece a un viejo! La única que se salva es la cocinera, por lo menos hace lo que tiene que hacer y no interfiere con todo lo que pasa aquí dentro. Pero en cuánto a los demás... (furiosa) Estoy molesta, muy molesta. Me pregunto ¿dónde están los verdaderos hombres? ¿Alguien lo sabe? ¡No puede ser (pausa) Pero cuando llegue mi galán, (triunfal) se les tapará la boca a todos. Ya verán, ya verán (pausa. Buscando consuelo) Mientras tanto sólo me queda el refugio de las que esperan... el balcón. ¿Ya habrá pasado el morocho? Mejor me voy volando hasta al balcón, no sea cosa que pase mi tren y yo quede todavía en el andén...

Apagón

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